¿CÓMO BEBERLA EN EL DÍA A DÍA?
Y llegamos al quid de la cuestión: ¿cómo tomar el agua? Una forma, aunque no muy práctica en la vida cotidiana, es la que acabamos de mencionar. Otra manera más cómoda que explica el libro es beberla de forma isotónica. Eso se puede hacer rebajando agua de mar con agua dulce o bien añadiendo agua de mar al agua dulce.
Si tenemos en cuenta que la cantidad de sales recomendadas diariamente es de unos 9 gramos al día y partiendo de la base que el agua de mar tiene 36 gramos de sales por litro, la cantidad a tomar que recomienda Mariano Arnal es de un cuarto de litro de agua de mar al día mezclada con agua, zumos u otro tipo de bebida en una proporción de una parte de agua de mar por tres partes de la otra bebida.
PRECAUCIONES PREVIAS
El autor aconseja tomar tres precauciones antes de hacer el paso. La primera escomprobar que no somos intolerantes al agua de mar tomando pequeñas cantidades para verificar que sienta bien.
La segunda es calcular la cantidad y frecuencia de bebida ya que hay gente que es más propensa que otra a tener diarrea al beber agua de mar. La tercera eshacer mezclas con zumos o bien con agua normal con unas gotas de limón. Este último truco es bueno para no aborrecer el agua de mar antes de habernos habituado a beberla.
Todo esto dando por supuesto que no sufrimos ninguna enfermedad en la que la ingesta de sal sea contraproducente.
OTRAS FORMAS DE TOMARLA
Si no se quiere llegar a ese extremo o como paso intermedio, el libro asegura que es bueno enriquecer el agua normal aunque sea con un tapón por litro con lo que conseguimos una excelente agua mineral con más componentes que cualquier de las aguas de manantial.
Hay otras formas de tomar la sal para finalidades más concretas.
Por ejemplo, se puede tomar hipertónica (sin diluir) y en cantidad abundante si queremos que actúe como laxante o purgante. Y podemos ingerirla igualmente hipertónica pero en pequeños sorbos como desinfectante bucal, dentrífico o
SAL LÍQUIDA PARA LA COCINA
Otro uso muy apropiado del agua de mar es en la cocina. El autor es contrario a la sal de cocina convencional ya que, según explica, debido a los intereses industriales, es una sal muerta que sólo tiene cloruro de sodio y, en los mejores de los casos, yodo.
Esta sal empobrecida nos priva de los muchos elementos beneficiosos del agua del mar por lo que usarla proporciona un gran enriquecimiento de nuestra dieta.
A modo de atención, el libro alerta de la gran cantidad de sal que la industria añade a los alimentos que ya de por sí sola supera la capacidad que tienen los riñones para asimilarla y aboga por un uso más racional de la sal en la industria alimentaria y un control de los alimentos que tomamos.
En definitiva, “Cómo beber agua de mar” es una buena guía práctica para aquellos que quieran hacer el paso e incorporar el agua de mar en su dieta diaria o para usarla puntualmente y aprovechar sus propiedades.
Fuente: Mariano Arnal ISBN: 978-86-614-6019-9